“Ayer pude abatir este verraco que dio guerra a los perros, gracias a los chalecos solo pinchó una que ya está en casa, pero la sorpresa fue que al pesarlo (106,6 kg) estaba lleno de cuchillazos de alguna batalla con otro macho. Si este quedo así como debe ser el otro”, me dice el afortunado cazador, nuestro amigo Xavier Almodovar Muñoz.