“Te envío este cráneo de corzo muerto en batida. La sorpresa fue al preparar el cráneo pues tenía un trozo de cuerna de otro corzo fruto de una pelea. A las dos semanas matamos el macho con el cuerno partido”, nos dice nuestro amigo Jordi .
Increíble, una vez mas sorprendiendo la dureza y resistencia de la fauna salvaje. Una vez mas sorprendiendo la agresividad del corzo.
Viva la caza. Long life to hunting.