A ello se suma la cada vez mas preocupante cercanía a los núcleos habitados, esta vez a menos de 300 metros de las casas del pueblo. Se masca la tragedia y sin embargo la cobardía de políticos y administración siguen sin dar soluciones reales. El miedo a los medios de comunicación, que tan bien manejan los ecologistas radicales y los
animalistas, parece bloquearlos.
La pregunta que todos nos hacemos está servida ¿Quien será responsable si en vez de ser el Rajoy o la Margarita es una persona? Evidentemente los responsables son quienes están impidiendo un control real, sin excepción, una cosa es proteger y otra decapitar a quienes pretenden vivir del campo...con todo el peligro que llevado al extremo supone para la integridad de las personas. Nadie pide extinción, solo un control que haga posible la convivencia entre hombre y lobo.
Viva la caza. Long life to hunting.