Así son los animalistas, ignorantes absolutos de la naturaleza y sus criaturas, simplemente radicales sectarios rapados con un disfraz de buenismo que se creen que la realidad es una película de Disney ¿Como pueden tratar de imponernos su visión sesgada y demencial cuando no diferencian un azulón de un pollo de cisne? Por suerte se les va viendo el plumero. El batacazo de las últimas elecciones lo deja claro...
Viva la caza. Long life to hunting.