“Esto nos ocurrió ayer , cuando íbamos como todas las semanas a rellenar los comederos y bebederos de perdiz y liebre. Al entrar en la finca , por el paso canadiense , dentro del foso había una liebre. Imagínate , Sierra de Sevilla , sin agua , a pleno sol . Que vean que los cazadores somos “malos malísimos” . Dos horas para poder sacar al animal. El foso no tenía ninguna zona por donde pudiera salir y de profundidad unos dos metros . Al final con una cuerda conseguimos amarrarla, evitándole una agónica muerte de sed a la pobre liebre. Seguro que algún día la naturaleza nos devuelve este gesto”, nos dice nuestro amigo Miguel de la Cruz.
Gran trabajo amigos, un ejemplo fantástico, los cazadores somos los principales interesados en mantener saludable y salvaje el medio y sus criaturas. Somos los auténticos guardianes de la naturaleza y este es un buen ejemplo de ello. Enhorabuena.
Viva la caza. Long life to hunting.
