ESTELLER CAMPAÑA 23

¡¡¡Comienzo de temporada con suerte!!!

Arrancamos la temporada de jabalí, esa modalidad que tanta pasión despierta entre aficionados y cuadrillas. Los de Piqueru lo hacemos en Muniacos, RRC de Caso, en el día de Asturias, con buen tiempo y todas las ganas del mundo.
 El desayuno en el Rinconín de Bueres, donde aprovechamos para comprobar la documentación y realizar el sorteo. Decidimos echar las matas que hay entre Nieves, Bueres y Orlé, por debajo de la Xerra Espines. Como siempre preparo el plano correspondido el 1 al puesto mas bajo de cota, continuando en la dirección de las agujas del reloj. Cojo la última papeleta que queda, el 3, Texera.
 El puesto un prado largo y estrecho, envallinado entre dos matas de robles y castaños. Finalmente me coloco pegado a la mata de atrás, a la sombra de un fresno, a una distancia aproximadamente media de los extremos del prado.
 Estreno esta cacería visor, un Swarovski Z8i 2,3-18x56 sobre monturas originales Blaser. Enciendo la retícula y subo la intensidad hasta que compruebo que se ve perfectamente . La distancia máxima de tiro la estimo en unos 100 metros pero intuyo que de entrarme lo harán mas cerca. Finalmente dejo el zoom en 4x.
 Dias atrás he reglado el visor en cancha, comprobando el encare bajísimo que deja a mi Blaser R8 a pesar de tener un campana de 56 mm. Esta característica es realmente importante en batida al permitir una fácil y rápida entrada de la pieza en la óptica, complementándose con la facilidad que el Blaser nos da para repetir.
 La munición la Weatherby original Nosler Ballistic Tip que para mi .300 Weatherby Magnum elijo en 180 grains. Una punta tan blanda me garantiza una cesión de energía muy alta con un buen poder de frenado. Un peso como este evita expansiones prematuras que siempre planean utilizando cartuchos tan rápidos con proyectiles poco consistentes. 
Tras dar la orden de comienzo los monteros entran al monte. Muy a lo lejos suenan los latidos de los perros que por las emisoras sabemos que aun no han levantado. Un ruido en la mata de enfrente me pone sobre aviso. Apoyado en la horquilla, encarado, espero. Y entonces esa sombra que avanza convirtiéndose en jabalí. En esos instantes no puede existir la duda. El trabajo previo de estudio de las posibles carreras nos dará mucha tranquilidad y seguridad. La piara entra en “plaza”. Nunca me recreo, el punto iluminado sobre la paleta y disparo. Se que no hay tiempo. Ni tan siquiera miro la pieza que acabo de tirar pues ya estoy decidiendo cual será la siguiente. Mecánicamente cerrojeo, muy deprisa, sin desencarar. Apoyo de nuevo la retícula y disparo. Se que los tiros van siendo buenos y es entonces en este “apurón” cuando tengo que frenar y rectificar. He elegido mal, hay piezas mayores en escena. Cambiar a otro es un tiempo precioso que no tengo fallando el disparo. Nuevo cerrojazo y de nuevo sobre otro cochino que se lleva 180 grains y he vaciado el cargador...y esto que les cuento dura muy pocos segundos, un instante que el entrenamiento puede conseguir que ralenticemos, si tenemos que pensar algo mas de cual va a ser la siguiente pieza, el resultado nunca será bueno.
 Tras este lance múltiple cargo y aviso a los compañeros. Poco después tiran enfrente abatiendo otro mas. Un ligero ruido y ya tengo al Blaser apuntando al fondo del prado. Lo veo apenas un instante, grande, oscuro, a la carrera. Entra en la óptica y disparo, al límite. Rueda. Sin duda un lance mucho mas difícil que los anteriores, uno de esos donde la suerte manda decidiendo el éxito o el fallo.
 Luego y ya con el cupo hecho a bajar los xabalinos hasta la pista con la ayuda de mi sobrino Miguelín y Berto. Allí limpiarlos y al remolque . Luego la comida con los compañeros...la temporada no ha podido comenzar mejor. 

Viva la  caza. Long life to hunting. 







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