“Ya no sabemos donde recurrir”, nos dice nuestro amigo Oriol Sala Sanchez, que continua diciendo “soy del Valle de Aran y tenemos unos problemas con el oso tremendos, hartos de que la administración nos ignore y no nos de ninguna solucion. El último ataque, ayer, se saldó con 14 ovejas muertas y en otro rebaño 4 mas un potro”.
Al final lo de siempre, los ganaderos pagando el pato. Parece increíble que cuando todo el mundo reivindica derechos, a quien vive en el campo se le silencie, ningunee y olvide así. Si la administración y la ciudadanía apuesta por el oso, están obligados a cubrir en el acto todos los “daños y perjuicios” que produzca, todos. El hombre tiene todo el derecho a vivir en su medio, por supuesto tanto como el
oso. Basta ya de basar la protección en arruinar a quien viven en el campo. Se debe proteger al rural, jugar con el pan de las familias es una mala decisión. No se puede cargar todo sobre el lomo de los mismos de siempre...
Viva la caza. Long life to hunting.
Que todo el mundo conozca lo que está ocurriendo con los osos en el Valle de Arán.