La carne de caza es rica y natural, disfrute de ella siempre que pueda. Baje del monte lo cazado, seguro que su familia y amigos se lo agradecerán.
En casa la costumbre en fiestas es comer caza. Mire, la semana pasada celebramos las fiesta de la Magdalena en Pendones, reuniéndonos con los de Orlé y los de Vigo alrededor de liebre con fabes y rebeco guisado de forma tradicional.
Aprovecho siempre esos instantes para contar un breve trazo de como y donde fue el lance, recordando esa pieza que está uniendo a la familia en un lugar tan sagrado como es alrededor de la mesa. Los niños escuchan, asumen la naturalidad de la caza, la riqueza que significa, la normalidad que representa.