Las mas de 2000 hectáreas arrasadas por las llamas en Robledo de Chavela son un mazazo para el cazador . La imagen de la rabia y desesperación frente al espectáculo lo dice todo. Sin embargo lejos de rendirse el cazador actua al instante, sabe que ahora mas que nunca es necesaria su ayuda, aportando al instante agua y comida para una fauna que ha quedado desprotegida. Ayudar en los incendios es muy importante, pero tanto o mas lo es después. Frente a la palabrería de los anticaza, su total pasividad, su egoismo y ambición enfermiza, su continuación criminalización hacia nuestro colectivo...la realidad. Cuando es necesaria la ayuda siempre estamos allí, solos, rascándonos el bolsillo si es necesario. Está claro que nadie está tan comprometido con el medio natural y sus criaturas como un cazador. Esta es la verdad, ante todo la caza es vida. Gracias amigos de Caza y Almuerzo.
Viva la caza. Long life to hunting.