"El lobo sigue haciendo de las suyas por las Arribes del Duero. Esta vez tocó en Sobradillo, a escasos metros del pueblo, dejando media docena de ovejas muertas y otras tantas heridas ¿Hasta donde hay que llegar para parar esto? " me dice Jose Manuel Flores.
Nadie pide extinción, solo un control que haga posible la convivencia entre hombre y lobo.
Viva la caza. Long life to hunting.