“...nos llamaron para ir a recogerlo al Pozo el Capitán, debajo de Cangas de Onis. No tiene tiro, seguro que se lo llevó el agua intentando cruzar. Cuanto mejor era verlo corriendo con una buena perrada detrás”, me cuenta mi amigo Kiko Sarmiento del coto de La Parraguesa, Asturias..
La verdad es que una pena que un verraco como este acabe ahogado. Así es de dura la naturaleza y el medio donde viven. Son fuertes pero como todo existe un límite y este posiblemente no lo calculó. Es difícil que un guarro acabe ahogado pero una llena como esta da miedo. Vaya usted a saber...
Viva la caza. Long life to hunting.
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