Me lo envía nuestro amigo Ramiro Linares Fernandez que nos cuenta que es en el Concejo del Franco. Terribles imágenes para el ganadero, situaciones mucho mas habituales de lo que deberían ser. Lo peor que le puede pasar al lobo es que no se tomen medidas legales para su control. Con el pan de las familias no se juega. Nadie pide extinción, solo un control que haga posible la convivencia entre hombre y lobo. Viva la caza. Long life to hunting.