Mienten compulsivamente intentando confundir y esconder sus miserias. “Nadie está a salvo de las balas de los cazadores “ dicen los que empujaron como hienas a Mel al abismo, los que desean que maten a niños, los que sueñan con accidentes de caza, violaciones a las mujeres de cazadores o pedofilos para nuestros hijos. En PACMA se esconde la peor escoria de las cloacas de las ciudades, una panda de descerebrados que dicen amar la vida y en realidad destilan violencia contra sus semejantes, desviados que quieren mas a los perros que a los niños. No hay peor amenaza para el mundo rural y para las personas de bien que este movimiento de desnaturalizados.
Viva la caza. Viva el mundo rural.