ESTELLER CAMPAÑA 23

¡¡¡Que lo vean los animalistas!!!

Montovo, Belmonte de Miranda, un ejemplo más de lo que significa el descontrol del lobo. Potros mordidos, descuartizados vivos, potros devorados, terneros, ovejas, cabras, perros…
Frente a la evidencia de un daño continuo e irreparable que sume en la desesperaciòn y en la ruina al ganadero, la voz de la ignorancia que defiende el descontrol del lobo. Animalistas, ecologetas, urbanitas que hablan desde el desconocimiento por boca de “listos” que han encontrado en el cuento del lobo la forma de ganarse la vida sin dar un palo al agua.
Escuchar repetitivamente lo de la “invasión del hábitat del lobo”, lo de los “mastines para proteger los rebaños” o lo de la “extinción del depredador”, es repetir una mentira para tratar de convertirla en verdad a base de inculcarla en mentes blandas incapaces de beber de otras fuentes que no sean el radicalismo ecológico y animalista. Nunca hubo tantos lobos, nunca tanto monte abandonado, nunca tanto espacio sin humanos. Proteger a un rebaño no puede significar tener tantos mastines como ovejas, es inasumible para el ganadero. Hablar de vallados o corrales es desconocer completamente modelos de ganadería donde es imposible llevar a cabo esos sistemas ¿Imagina usted que tuviese que poner un policía con cada coche para que no fuera robado?¿Imagina que todos los coches tuvieran que guardarse en cocheras para que no se los llevasen los cacos?
El lobo está acabando con la esperanza de vida de miles de familias rurales. La hipocresía política habla de la España Vaciada y de su defensa frente al éxodo rural, legislando en realidad justamente al contrario, dispuestos a degollar a quien quiera vivir en un pueblo.
Esta es la realidad del lobo y de una sociedad partida. Muchos viviendo en ciudades y mandando sobre unos pocos que viven en el campo, obligándoles a aguantar lo que ellos ni conocen ni sufren.
Esta es la realidad, no hay otra, el resto mentiras y más mentiras. Por las buenas o por las malas, pero sino despertamos de una vez acabará todo lo que huela a mundo rural y tradición.
Viva la caza. Viva el mundo rural.

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