Casos como el de Jesús Lobeto Nieto dejan claro no solo la necesidad sino incluso la obligatoriedad de la caza. En el 2007 y con solo 27 años quedó ciego de ambos ojos tras chocar con una piara de jabalíes el coche en el que viajaba. Frente a la irresponsabilidad y chaladura de los anticaza, la evidencia de una necesidad mayor que nunca de cazar. Con un monte cada vez mas sucio, con una población disparada que se asienta en zonas de seguridad, alimentados por ignorantes que no hacen caso de las advertencias de peligro, el jabalí se ha convertido en un problema que solo tiene un camino. La caza debe ser utilizada como la única herramienta de control realmente eficaz y fiable para el control de especies salvajes. Accidentes mortales o casos tan desgraciados como el ocurrido a Jesús, pueden ser evitados en gran medida utilizando a la caza y cazadores. Todo nuestro ánimo a Jesús y a su familia. Viva la caza. Long life to hunting.