ESTELLER CAMPAÑA 23

¡¡¡Si tanto les gusta capar, que se los corten a ellos mismos!!!


Así son esta banda, agarran a un corzo, lo castran y luego se extrañan de que le salga “peluca”. Pobre animal, ahora de nuevo a quirófano para quitarle borra y cuerna. Vaya elementos, además de ignorantes compulsivos están obsesionados con la castración, bicho que pillan, bicho que le cortan los cataplines sin medir consecuencias, simplemente por su propia comodidad...eso si, el corzo bautizado como “Bambi”. Vaya hipocresía la del animalismo , muchos santuarios y vigilias, mucho amor por los animales pero a la primera de cambio “güevos fuera”. Resulta que nosotros no podemos cortar el rabo a un perro que se lo desuella en el monte y estos empecinados en extirpar coj... Vamos hombre, está claro, estas sectas esconden simplemente a una panda de “mamarrachos” que juegan a ser Dios, olvidando que los animales son seres vivos, no muñecos a los que se puede moldear como peleles, persiguiendo compulsivamente que pierdan su instinto animal para utilizarlos como esclavos de sus caprichos y desvaríos urbanos. Estará conmigo en que ser bueno nada tiene que ver con estos, ellos solo ven en los animales algo artificial, lo opuesto a lo que realmente son, una realidad incapaces de asumir.
La fotografía es de un corzo que se encuentra en el Santuario Reserva Wild Forest, sería deseable que el Seprona, los servicios jurídicos de la Federación o de la Fundación Artemisán, estudiasen si castrar compulsivamente como están haciendo puede ser considerado maltrato animal, va siendo hora de pagarles con su propia medicina.
Tolerancia cero con los animalistas y ecologistas radicales, no hay peor lacra para el mundo rural.
Viva la caza. Long life to hunting.

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