Nuestro amigo Jorge Domenech Palop estaban de rececho en berrea cuando se encontraron a este cachorro echado en medio del camino. El cazador con su protección, con su gestión y su dinero ha sido parte fundamental en la mejora de las poblaciones de lince. Cuidamos y guardamos el territorio, criamos conejos, la comida del lince. Es una alegría ver que tanto esfuerzo y dinero esté dando frutos, hace muy pocos años el lince ibérico era uno de los felinos más amenazados del mundo, hoy tiene esperanza gracias a los cazadores.
Viva la caza. Long life to hunting.