Desde Asturias, León y Palencia arrancamos en autobús el viernes cincuenta cazadores, dispuestos a vivir un fin de semana de jabalí en abierto, en alta montaña, junto a una de las Collas más conocidas del país.
La mezcla de cazaderos impresionantes, excelentes compañeros, mucho jabalí y fantásticos perros, ponía ante nosotros el sueño de cualquier jabalinero.
Los anglofranceses de mi amigo Alex Castell Barrero son una raza que demuestra una eficacia muy alta en estas batidas pirenaicas, con unos desencames y ladras espectaculares, mucha pata, nariz y lengua, dando poca tregua a los cochinos que entran sin respiro a las posturas.
El resultado no ha podido ser mejor, habiendo cobrado en el fin de semana entre las dos cacerías unos noventa jabalíes, sesenta y cuatro el sábado y veintisiete el domingo, una cifra que toma un valor supremo al tratarse de caza absolutamente salvaje y en abierto, mas aun si añadimos que cazamos dos días por un total de cien euros.
Como curiosidad de los cincuenta cazadores de nuestro grupo, decir que tiraron mas de cuarenta, llegando un cazador a quedarse sin balas...veintisiete tiros para cuatro jabalíes.
El domingo no tuve suerte, disfrutando igualmente de los espectaculares levantes, de la pasión y el trabajo de Rosendo y demás monteros, y de un tiroteo que en algunos momentos parecía una auténtica batalla.
Esa es la grandeza de la caza, sin llegar a tener lances estamos cazando, disfrutando igualmente.
Enhorabuena a los afortunados y a la colla de Arén. Hemos vivido unas jornadas muy difíciles de superar.
Desde aquí todo mi agradecimiento a Alex Castell y a todo su equipo, siempre es un placer volver a cazar con amigos.
Viva la caza. Long life to hunting.