Este comentario que me envía nuestro amigo Borja Trapero al contemplar la agonía de este rebeco sarnoso, pone en evidencia una realidad repetida: la caza nunca fue tan necesaria. El hombre forma parte del medio y tiene la obligación de mantenerlo sano y vivo. Es indiscutible que no hay herramienta mas natural que la caza para regular, proteger, controlar y gestionar la fauna salvaje, algo que debe aplicarse también en los Parques Nacionales. No hacerlo es una irresponsabilidad, una insensatez, fomentando que esos terrenos puedan actuar como reservorios de enfermedades. De nada servirá que en este caso en los terrenos limítrofes se eliminen a todos los animales con síntomas de sarna si dentro del Parque continua el contagio…amen de la agonía.
