Cazando en Salce, León, este gran perro levantó un enorme jabalí que se falló, saliéndose de la echada. Al ir a cortarlo y cuando ya estaba cerca, Diego su dueño, comenzó a ver un comportamiento extraño en el GPS, escuchando chillidos, encontrando ya al Wifi muerto, destripado por los lobos.
El descontrol del lobo lo están pagando cazadores y ganaderos, sin que la sociedad sea consciente de la tragedia que vive el campo. Mientras el rural sufre ecologistas y animalistas llenan sus arcas, aprovechando el formar parte de quienes gobiernan. Mentiras y más mentiras, prohibiciones y blindajes que suponen el final de la ganadería en amplias zonas del país solo por continuar con el festival …y de la caza veremos. Ánimo Diego, nunca el control del lobo fue tan necesario. Viva la caza. Long life to hunting
