Del 25 al 28 de julio del año en curso he tenido la oportunidad de poner a prueba visión térmica Hikmicro distribuida en España por El Caldén en el destino soñado. Para ello he contado con la colaboración de la orgánica Caza Salvaje, bien conocida tanto por su profesionalidad como por ofrecer al cazador cacerías de jabalí en Turquía. Esta vez serán los recechos nocturnos la modalidad elegida, perfecta para poner a prueba las bondades de los térmicos.
Para la ocasión pruebo binoculares Hikmicro Raptor RQ50, el producto top de la marca. Capaz de trabajar con térmica y nocturna, ofrece la posibilidad de visión diurna en color además de un potentisimo telémetro láser. Finalmente permite geolocalización nuestra posición y el punto donde se encontraba la pieza tirada para ayudar a su rastreo en caso de herir. Como visor uso un Thunder 2.0 sobre un .300 Win Mag. La munición elegida es una punta de plástico clasicade primera generación, sin soldar, con la base plana y 180 grains.
Finalmente todo el equipo se complementa con textil Swedteam, muy cómodo, ligero y en este caso antigarrapatas, algo de agradecer en vista de los problemas que pueden ocasionar este ácaro en nuestra salud.
El método de caza es aparentemente sencillo pero muy bien estudiado y preparado. Previamente los profesionales turcos prepara cebaderos en las áreas de caza, generalmente en taludes de las pistas. Colocadas cámaras de fototrampeo van constatando la entrada de los grandes machos. Para la entrada colocan dis cintas de plástico, la primera hasta donde llegaremos con el vehículo y apagaremos luces y motor. Desde allí a pie seguiremos unos trescientos metros hasta la siguiente cinta. A partir de ahí deberemos caminar como “gatos”, puesto que en unos treinta metros daremos vista al cebadero. Si está ocupado tocará tirar, si no es así comenzaremos con el siguiente.
En nuestro caso el guía que nos acompaña es Hasán, un profesional callado y discreto que solo puedo definir como excepcional. Hasán escucha al monte, lo lee, parece que su conexión con los jabalíes está por encima de lo normal, colocándome el bipode sin nerviosismo o ansiedad alguna, una tranquilidad que traslada sin duda al cazador.
“Big, Big”, nos apuraba Hasán para llegar al siguiente comedero. Y es que bien sabía que allí entraba un gran verraco. Lo tiré a unos 100 metros, cayó seco. Al llegar un enorme jabalí de unos 150 kilos con colmillos y amoladeras enormes, de más de 25 cm. Increíble. Tras las felicitaciones, abrazos y fotos, continuamos cazando. Esta vez re echamos por un barbecho medio kilómetro. Al llegar a unos 120 metros dos machos. Tira al de la izquierda me dijo Gonzalo. Cayó como un trapo. Al llegar nos encontramos con un cochino de unos 90 kilos, bastante pequeño para la zona. Lo impresionante sus defensas, unos larguísimos colmillos típicos de los alunados , con la peculiaridad de tener unas extraordinarias amoladeras. Nos quedamos en shock, no dábamos crédito, sin duda un trofeo único, con seguridad uno de los más grandes que se abatirán en Turquia este año. Al sacarlos su longitud ha sido impresionante, ni más ni menos que 32 cm.
Gracias amigos.
Viva la caza. Long life to hunting.