Le pongo en antecedentes: un mastín que cuida un rebaño de 200 cabras en Cantabria, una chiflada animalista que para en la carretera a verlo, el perro mueve el rabo y a la furgoneta. Así son estos desgraciados, robando sin que la justicia haga nada, aunque no se de que nos extrañamos si ocupan viviendas y los dueños que las han pagado tienen todas las de perder. Lo de la tiktoker que ha robado el mastín es solo un ejemplo más del abandono que sufre el mundo rural. Se graban cometiendo el delito, lo publican en sus perfiles y no les pasa nada, al revés como si hubieran hecho una proeza. Las gentes del campo no tienen nada suyo, cualquier cantante arrampla con sus pertenencias amparados por las leyes que no paran de colarnos quienes van frontalmente contra el rural. Lo que ha hecho esta “pájara” de Carli San Román al grito de “la última buena acción del año” es robar, llevarse lo que no es suyo, un delito que el legislador ha emborronado con la ley de bienestar animal, un ninguneo con los ganaderos que desgraciadamente cada vez es más habitual. Roba, se lo lleva a una protectora y le buscan una familia…sin ser suyo… y a Roberto el ganadero, y a sus cabras que los parta un rayo. Ósea que ahora ya no se puede ni tener perros para cuidar el ganado porque cualquier elemento se puede encaprichar y llevárselo ¿Pero quien coño es esta tipeja para llevarse lo que no es suyo? ¿Pero de verdad no le va a caer un paquete que la deje temblando por robar la mastina? Es hora de que esto reviente, de dejarse de medias tintas y hacer como hacen en otros países como Francia , defendiendo lo nuestro por las buenas o por las malas. Me quedo sin palabras ante semejantes despropósito, las cosas por su nombre, la Carla está es una LADRONA y una SINVERGÜENZA, ni más ni menos. Si este “bicho” que ha grabado y publicado la tropelía se va de rositas, solo es un signo más de que el mundo rural está herido de muerte. Esto solo se arregla con mano dura y políticas que castiguen a los delincuentes, simplemente lo contrario a lo que hay. No pedimos extremismo, pedimos sentido común.
Viva la caza. Viva el mundo rural.