Ejemplar es sin duda el rescate que han llevado a cabo miembros del coto San Nicasio de Priego de Córdoba. Un cazador encuentra un búho real herido, posiblemente por la pasada noche de fuertes vientos, y al instante se ponen manos a la obra. Tras su captura, el traslado hasta dejarlo en manos del Agente de Medio Ambiente que lo depositará en el Centro de Recuperación Los Villares de Córdoba.
Una vez mas el mundo de la caza deja claro su total compromiso con el medio natural y sus criaturas. Frente al embuste que esconde la malintencionada publicidad de los anticaza, la realidad de la caza, un colectivo que ayuda en la extinción de incendios, aporta comida y agua en épocas de escasez o es parte fundamental en la recuperación de especies protegidas como el lince, el oso o como en este caso el búho real. El Gran Duque se alimenta fundamentalmente de conejos, una especie que cuida y mima el cazador, permitiendo con ello que animales protegidos como este tengan sustento, algo imposible de conseguir si no invirtiésemos nuestro dinero en mejorar los acotados. Lejos de ver en las especies protegidas competidores, el cazador las cuida, preocupándose por potenciar la biodiversidad, orgulloso de contribuir como nadie lo hace a su protección.
Enhorabuena amigos del coto de San Nicasio, un gran ejemplo, es un orgullo contar con cazadores como vosotros. Esperemos que ese búho se recupere.
Viva la caza. Long life to hunting.