Como adelanto del documental "Aventura de caza en Rumania" que tuve la suerte de vivir junto a nuestros amigos de Hunting B&B, les dejo el instante en el que el guarda que nos va colocando en las posturas nos cuenta como le atacó una osa una semana atrás. La prohibición de la caza del oso desde hace seis años ha permitido una aumento tremendo de la población, baste decir que en las 10.000 hectáreas de la Reserva de Brasov donde cazamos, situada en los Cárpatos de Transilvania, había censado un centenar. Con mas de veinte personas muertas el año pasado por ataques del plantigrado, el oso se ha convertido en un verdadero problema, una alerta nacional que no transciende a los medios internacionales. Desde la distancia, desde la ignorancia, es fácil legislar y opinar, pero la realidad la tiene ahí, un clima de pánico absoluto de unas gentes que han visto como cada vez es mas difícil vivir en sus montes, jugándose literalmente la vida cada vez que se exponen a adentrarse en ellos.
Viva la caza.