Me dicen que es en León, un auténtico desastre para el pobre ganadero al que le ha tocado. Si ya tienen poco con el lobo, la brucelosis, la tuberculosis...ahora a este pobre hombre la mala fortuna de algo tan imprevisible. Para que luego vengan los ecoanimalistas a tocar las narices. Palos y mas palos al lomo de los de siempre. Ánimo amigos.
Viva la caza. Viva el mundo rural.