Me escribe mi amigo Manolín de Villablino consternado y enfadado ante lo que les ha ocurrido. Cazaban la peña del Valle de Lago, Saliencia, RRC de Somiedo. El Kike iba con un jabalí hasta que el collar empieza a marcar en el mismo sitio. Una vez más los lobos hacen de las suyas devorando un perro de caza en plena cacería, prácticamente delante de los cazadores. Ante la constatación de que es daño de lobos por un guarda de la Reserva, se traslada la denuncia al Principado que una vez más se lava las manos. Aquí nadie se hace responsable, el lobo alimentado por la gente del campo con su ganado y perros, sin poder defenderse de ellos. No puedo defender que nadie se acabe tomando la justicia por su mano pero claro que sí lo entiendo, hay que ponerse en la piel de quien sufre el descontrol del lobo antes de criticar, el pan de una familia o nuestros perros son sagrados. Me juego lo que quiera a que si los daños los sufriesen los proteccionistas no quedaba ni uno, es muy fácil alzar el grito por la protección cuando a ellos nada les supone. Así está el campo, abandonado, palos y más palos al paisano por esa banda que nos dirige desde los despachos, inútiles legislando lo que les dicta la secta que ni conoce ni sufre al lobo. Mientras no aprendamos que el peor lobo es el que legisla no conseguiremos nada. En nuestras manos está que puedan hacerlo o no. Desgraciadamente hay muchos que siguen confundiendo política y fútbol, como si fuera algo similar…
Viva la caza. Long life to hunting.