Llegué esta semana de Rumanía indignando ante un problema terrible que se oculta. En un mundo donde por un galgo abandonado o un perro maltratado se lía una revolución como si fuese un genocidio, en Rumanía este año van mas de veinte personas muertas por ataques de osos, centenares de heridos...y nadie dice “ni mu”. Mientras la Greta y una manada ingente de ecolos se manifiestan porque las vacas se tiran pedos, sin prescindir por supuesto cada uno de ellos de su coche, al mundo rural se le olvida...y a los rumanos como si los destripan a todos. En las manifestaciones no hay ganaderos, ni agricultores, no hay cazadores, ni pescadores, hay una manipulación mediática global teledirigida por las sectas ecologistas radicales, con la sombra de las multinacionales hortofrutícolas detrás frotándose las manos. Coches, aviones, calefacciones...nada, nada, el problema las flatulencias del vacuno. Que existe un problema de calentamiento global no hay duda, pero está claro que si toman las riendas los ”istas”, la solución será solo buscar la forma de hacer su negocio...basta que les unten los contaminantes de verdad para que miren para otro lado ¿Para quien? para los humildes, claro, que son los que no protestan, ni tiene pasta. En Rumanía prohibieron la caza del oso hace seis años por exigencias de la Unión y ahora se está convirtiendo en una emergencia nacional. En España, mientras muchos lo desconocen, en algunas zonas los osos se descaran y se acercan a los pueblos mas de lo recomendable para seguridad personal. Debemos alegrarnos de que una especie tan amenazada como el oso Cantábrico vea la luz de su supervivencia, pero esperemos que aquí nunca llegue a ocurrir lo que les ocurre a los rumanos...y por eso ahí va la pregunta ¿Quien marcará el número de osos que debe haber? Seguro que todavía saldrá algún tonto diciendo que nuestros osos no son agresivos, del mismo modo que seguro hablará desde la lejanía de una vida comodísima sin ningún tipo de peligro vinculado al plantigrado. Ahí le dejo el video que me acaban de pasar de una osa con crias a la puerta de las casas ¿Como para no estar preocupados verdad?
Viva la caza. Long life to hunting.