ESTELLER CAMPAÑA 23

¡¡¡Por culpa de un jabalí podría haberme matado!!!

Nos dice nuestro amigo Luis. Claro, por un jabalí, un corzo o un venado nos podemos matar. No es una exageración, es la realidad, a diario se producen accidentes, desgraciadamente algunos mortales. Quienes luchan  por  la prohibición de la caza no se paran a sopesar las consecuencias. Accidentes, cosechas, enfermedades o pobreza son consecuencia directas que produciría el cese de nuestra afición. Al descerebramiento de los radicales no le importa, nunca miden daños, ellos nunca sufren las consecuencias de sus actos, son simplemente una masa de borregos dirigidos por voraces vividores. Van contra lo humano, venden mentiras, ir contra la caza es ir contra el hombre. La caza debe seguir siendo la herramienta que regule las poblaciones de fauna salvaje, por mucho que les duela la caza es vida.

Mire lo que nos cuenta nuestro amigo Luis Baldo que le pregunten a él a ver que piensa de prohibir que se cacen jabalíes.

“Tuve un accidente de coche por culpa de un jabalí en Valencia, Albaida. Me salí de la carretera y me despeñe a apenas 100 metros de la salida de una de las carreteras del pueblo. Me despeñe por un barranco porque no me esperaba para nada encontrarme un bicho a las 8 de la noche y tan cerca del pueblo por una carretera que aún forma parte del casco urbano del pueblo. Gracias a Dios estoy bien y puedo contarlo. Podría haberme caído 5 metros y haberme matado”.

Viva la caza. Long life to hunting.

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